Luz, paz y meditación.Jardines de Luxemburgo.Paris,2013



Difícil narrar lo que sentí al caminar lento y pausado, inspirando hondo y a mis anchas por este maravilloso parque.

Quizás fue porque no estaba bañado de la luz obvia sino por una blanquecina y otoñal que marcaba la diferencia entre lo nostálgico y lo inesperado, el misterio, la sorpresa y la euforia de lo natural.

Hermoso hermanarse por algunos momentos con los parisinos reales, los que habitan, sufren y aman París. Estaban allí presentes caminando, jugando, meditando y disfrutándolo como su propiedad privada.

Volveré en otra ocasión a descifrar su enigma, su esencia.

París, 2013