Amo las horas oscuras de mi ser
en las que se ahondan mis sentidos;
en ellas, como en viejas cartas,
hallo mi vida cotidiana ya vivida
y lejana y olvidada como una leyenda.
Gracias a ellas sé que tengo espacio
para vivir otra ancha vida intemporal.
Y a veces soy como el árbol
que sobre una tumba, maduro y rumoroso,
cumple aquel sueño que el niño que se fue
(al que abraza con sus raíces tibias)
perdió en tristezas y canciones.
en las que se ahondan mis sentidos;
en ellas, como en viejas cartas,
hallo mi vida cotidiana ya vivida
y lejana y olvidada como una leyenda.
Gracias a ellas sé que tengo espacio
para vivir otra ancha vida intemporal.
Y a veces soy como el árbol
que sobre una tumba, maduro y rumoroso,
cumple aquel sueño que el niño que se fue
(al que abraza con sus raíces tibias)
perdió en tristezas y canciones.
Fragmento del Libro de las horas
de Rainer María Rielke